Uno de los temores más comunes entre los pacientes es el tema del dolor de la cirugía de implantes. En este artículo voy a explicar algunas pautas y aclarar dudas.
Es más doloroso la extracción de un diente o un resto radicular, que la Colocación de un implante dental; gracias a los avances de la ciencia, el manejo de técnicas cada vez menos invasivas, diseños de implantes atraumáticos, empleo de medicamentos adecuados, los cuidados del paciente, sumado a la experiencia del profesional, hacen que hoy por hoy la colocación de un implante sea un procedimiento donde se logra controlar muy bien el dolor en el paciente.
Como punto de partida, el paciente debe escoger muy bien el profesional que realizará la cirugía, siempre debe de realizar los implantes un Odontólogo especialista; los estudios, la preparación continua y específica y la experiencia clínica; harán que tu experiencia sea mucho mejor. El día de la colocación de uno o más implantes debe estar relajado, tranquilo, confiar en la experiencia de su cirujano y usar ropa cómoda que no apriete. Hay eventos que pueden alterar la percepción y hacer más hipersensible el sistema nervioso, como el consumo de licor la noche antes de una cirugía, consumo de sustancias psicoactivas previas a la cirugía, la actitud con que se enfrenta a la experiencia de ponerse implantes y el estado de nerviosismo. Solo en algunos casos específicos será necesario emplear medicación ansiolítica previa a la cirugía.
El procedimiento quirúrgico en sí comienza con la técnica anestésica específica para cada caso; este es el punto de mayor estrés para el paciente, ya que en realidad es el único momento de la cirugía donde se presenta dolor y obedece a la inserción de la aguja en los tejidos para poder depositar el producto anestésico y conseguir el bloqueo nervioso deseado para realizar el procedimiento sin la percepción del dolor. El efecto anestésico se consigue rápidamente después de inyectado y se procede a la realización del procedimiento. En este punto ya no hay percepción de dolor y la preparación del hueso y la colocación del implante se hace completamente indolora.
No siempre se realizan suturas (puntos); hay casos en que las condiciones del hueso y encía lo permiten y realizamos una técnica llamada Flapless, también muy conocida y publicitada como “implante sin cirugía”. En estos casos el dolor post quirúrgico es mínimo. Conocemos esta técnica y desde hace años la practicamos en cada caso en que es posible y nuestros pacientes reportan que no sintieron dolor o el dolor fue mínimo. Otros pacientes nos han referido que no tomaron el analgésico formulado; porque no les dolió.
Cuando la cirugía termina, el paciente tiene la percepción de estar inflamado, aunque no lo este, esto obedece al efecto de la anestesia. Debes ser responsable con los cuidados ya que a partir de este momento la cicatrización y la pronta mejoría esta en las manos del paciente. Se deben seguir al pie de la letra las recomendaciones dadas en consulta sobre farmacología, dieta, restricción física, termoterapia (colocación de frio) e higiene. Bien Sea que el implante se puso mediante Flapless o procedimiento quirúrgico convencional; el paciente tiene una herida en boca, que puede ser imperceptible o en algunos caos puede ser amplia y como toda herida requiere cuidados y limpieza. En algunos casos se presenta inflamación posterior a la colocación de implantes; este es un proceso fisiológico y por ende necesario como parte del proceso de convalecencia y recuperación del caso, puede extenderse por 5-7 días dependiendo de variables como la extensión, técnica quirúrgica, diseño de las incisiones, limitaciones y complejidad, entre otras. Paralelo a los cuidados se encuentra la correcta adquisición e ingesta de los medicamentos formulados y no los que recomienden terceros ajenos al servicio.
Pasados 7-15 puede requerirse el retiro de las suturas; esta cita suele también causar ansiedad en el paciente, debes seguir las mismas recomendaciones dadas para la cita quirúrgica. El retiro de las suturas no suele generar dolor, de todos modos empleamos anestesia tópica para adormecer la superficie mucosa donde está el hilo.
En conclusión; si escogiste bien a tu cirujano, deja los nervios, tranquilízate, toma una actitud positiva, es por tu bienestar, confía y todo saldrá bien.
Dr. Armando Lagos Bruce.
Especialista en Cirugía e Implantología oral.